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Foto del escritorKarla Vanessa Alfaro

Hoy se celebra por sexta ocasión el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia


Bajo el lema “Más Allá de las Fronteras: Igualdad en la Ciencia para la Sociedad" este 11 de febrero de 2021, se celebra por sexta ocasión el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia.

Con el objetivo e interés de impulsar el progreso en la consecución de la Agenda de Desarrollo 2030 y sus 17 Objetivos Mundiales, el tema a destacar por la UNESCO en la conmemoración de este año es “Más Allá de las Fronteras: Igualdad en la Ciencia para la Sociedad", con un enfoque especial en el valor de los aspectos sociales y las dimensiones culturales en la ciencia, la tecnología y la innovación para mejorar los programas de desarrollo sostenible.

El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General decidió establecer un Día Internacional anual para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología, a través de la Resolución A/RES/70/212.

En 2021, se busca visualizar a las mujeres científicas, líderes en la lucha contra el COVID". Han sido muchas las implicaciones de la pandemia en las científicas. Por un lado, hay que destacar el papel de las investigadoras que están trabajando en todos los campos relacionados con el COVID desde el inicio de la enfermedad en el mundo.

Y por otra parte, hay que reflexionar acerca del impacto negativo que ha tenido la pandemia en las mujeres científicas, aumentando la brecha de género en este campo. Sobre todo ha afectado a las mujeres que estaban comenzando su andadura en el sector.

Para ello, se imponen políticas para luchar contra esa brecha y permitir a las mujeres entrar y desarrollar sus capacidades en el mundo científico, en igualdad de oportunidades con los hombres.

Este año es destacable que en el país se cuenta con la primera mujer presidenta del Consejo Director del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) a la Dra. Giselle Tamayo Castillo, destacada científica nacional y directora del Centro de Investigación de Productos Naturales de la UCR (CIPRONA) de la Universidad de Costa Rica.

Así cada vez más las mujeres se hacen visibles en los ámbitos científicos y son reconocidas por su excelente labor en esas áreas, como educadoras científicas tenemos un papel fundamental para potenciar estas capacidades en las niñas, niños y jóvenes de nuestras comunidades.

Otro gran aporte que podemos brindar es darle voz a las grandes mujeres científicas tanto del pasado como del presente, que han dejado y continúan dejando una huella significativa, en un mundo tan competitivo como es el de la ciencias y la tecnología.

Les comparto este hermoso cuento que habla del estrecho vínculo que desde niña ha tenido doña Giselle Tamayo con la curiosidad y con el gran universo científico.


Cuento

Todo consiste en hacer Química




Tomado de la ponencia "Mujeres en la Ciencia" presentada por Annie Umaña en Congreso de Divulgación Científica.


“El átomo es la unidad constituyente más pequeña de la materia que tiene las propiedades de un elemento químico. Cada sólido, líquido, gas y plasma se compone de átomos neutros o ionizados. Los átomos son muy pequeños…”.

Cuando Giselle leyó esta definición en el diccionario (que en aquel tiempo era un libro gordo con millones de palabras), quedó como loca.

¿Cómo será la unidad más pequeña de la materia?, pensó.

Y empezó a imaginarla hasta quedar rendida en el sillón de la casa.

Su mamá pensó que había pescado una gripe, pero nada de eso.

Es que imaginar cómo son las cosas que no se ven es agotador.

Y eso es lo que hacen los científicos.

Soñar, imaginar, plantearse preguntas, tratar de resolverlas.

Y si hablamos de las científicas, éstas van mucho más allá, porque siempre se ha sabido que a las mujeres cuando se nos mete algo en la cabeza… ¡ni hablar!

“Si son tan diminutos, seguro que están por todas partes…”, se decía.

Pero la cosa no paró ahí.

Decidió estudiar Química para entender y seguirse asombrando de ese mundo maravilloso de elementos y reacciones.

Para ella el mundo era definitivamente todo ese conjunto de relaciones entre causa y efecto.

No todos lo entendían, pero ser mujer para nada la detuvo, todo lo contrario, más bien la impulsó pues hay seres que cuando se plantean un mundo por conquistar, no se detienen a ver qué problemas tienen sino cuáles ventajas los acompañan y se suben a una alfombra mágica.

En el caso de Giselle, más bien se subió a una tabla periódica de los elementos y sus cargas atómicas para volar muy alto sin mirar abajo ni atrás.

Por supuesto, se preparó para ello, porque nada llega por casualidad.

Cuando una persona triunfa, ha pasado muchos días y noches estudiando, pensando, resolviendo y arando un campo duro de cosechar.

Pero Giselle es como uno de los elementos que estudia. Ella ama hacer las cosas de forma distinta y odia repetir.

Se especializó en productos naturales y en algo de nombre curioso: Biotecnología.

Esta rama de la ciencia se dedica aplicar la tecnología a organismos vivos. Es algo relativamente nuevo y ayuda mejorar proceso para usos muy puntuales.

Ella es una investigadora muy dedicada y ha conseguido grandes reconocimientos por su labor en la ciencia orientada al bien común.

Cuando le preguntaban por qué se había dedicado a la Química con tanta pasión, ella solo respondía: “las mujeres debemos hacer las cosas que nos gustan. No hay nada más hermoso que ser feliz en lo que se hace y en términos de mi adorada Química todavía me falta mucho por hacer para beneficiar a toda la humanidad”.


Ver además:

Declaraciones Dra. Giselle Tamayo Castillo para la UNED

Umbrales Mujeres en la Ciencia: Giselle Tamayo Castillo

Dra. Giselle Tamayo: Desde su laboratorio busca los secretos del Bosque lluvioso

Cuento sobre la vocación científica de la Msc. Yarima Sandoval, miembro del Consejo Director del CONICIT “La curiosa Yarima y su natural terquedad”




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