El día del Árbol lo creó el presidente Alfredo Gonzáles Flores mediante el Decreto Ejecutivo N° 14 del 25 de mayo de 1915, por lo cual se considera como una de las primeras leyes de carácter ambientalista del país.
La etimología de la palabra árbol nos lleva a "arbor", un vocablo de la lengua latina, aunque también está presente en euskera, lengua de raíces paleolíticas, se diga “arbola” y en el milenario sánscrito sea “urvāra”.
Algunas culturas consideran a los árboles como elementos sagrados. También hay pueblos que consagraron ciertas especies a dioses o a personajes mitológicos, como el álamo a Hércules o el ciprés a Plutón.
Por cierto, la presencia de esta palabra en proverbios de culturas, muy diferentes, entre sí es más que notable:
– Proverbio persa: La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
– Proverbio africano: Una juventud que no cultiva la amistad con los ancianos es como un árbol sin las raíces.
– Proverbio hindú: No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Así mismo se puede encontrar en diversos refranes. Por ejemplo:
- Del árbol caído todos hacen leña.
- Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
- Árbol que crece torcido jamás su rama endereza.
- Por el árbol se conoce su fruto.
Cuando pensamos en un árbol, también lo asociamos a los bosques, el término Bosque, es una palabra de origen germánico "busch", se refiere a un lugar poblado de árboles y arbustos. Se trata, en general, de un área que presenta una importante densidad de árboles.
Estos son datos curiosos, pero el valor principal del árbol, es su aporte a la vida en el planeta. Los bosques conservan el suelo, regulan los flujos hidrológicos y, sobre todo los más jóvenes, absorben dióxido de carbono.
En la ilustración de esta entrada se detallan algunas de sus importantes funciones. Pero para mi, su aporte, fundamental, es en el componente escénico, su aporte es sublime, atractivo y estético, llena nuestros corazones, nutre nuestra alma, satisface nuestros cuerpos y especialmente nos ayuda en nuestra salud integral, que abarca el componente físico, mental y espiritual.
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